Pues eso, que tras llegar Calcetines a mi casa le di una semana de relajación y confianza antes de llevarle al veterinario. Mi yaya era ya mayor y estaba casi completamente ciega, por lo que bastante tenía con darle de comer y limpiarle la arena, como para pedirle que lo llevara a hacerse chequeos anuales.
¿Cuántos años tiene? Diez años y medio. Cuéntame un poco acerca de su vida. Y ahí pasé yo a narrarle sus idas y venidas, las vacunas, los accidentes, los comportamientos que yo observaba. Ojos Amarillos escuchaba atento y paciente a que yo le soltara todas mis preocupaciones e hipocondrías felinas. Al acabar me dijo. Mira, como ya es mayor, ¿qué te parece sin en vez de vacunarle, sin más, le hacemos una revisión a ver qué tal está de salud? Por lo que me cuentas bebe mucha agua, lo que podría significar que tiene diabetes. ¿En serio, diabetes? Sí, es posible. Bien, vale, claro, sí, sí, hazle la revisión. Bueno, pues sujétalo que voy a sacarle sangre.
Aquí, Calcetines se meneó un poco, soltó una cantidad de pelo equivalente a la necesaria para hacerse una bufanda tamaño XXL y finalmente se quedó quieto, para que Ojos Amarillos le sacara un tubo entero de sangre. Muy bien, muy bien, ahora me gustaría que me trajeras una muestra de orina. ¿Una muestra de orina? Y cómo hago eso. ¿Le doy un botecito por la mañana y le digo: Calcetines, por favor, asegúrate de que es la primera orina de la mañana y que atines bien que luego me dejas todo perdido? No, hombre no, hay otras maneras, lo único es que necesito que me la traigas nada más cogerla. ¿Cuál fue la manera de recolección de orina elegida, finalmente? Pues quitarle la caja de arena toda la noche, rezar para que no se meara en ninguna parte (sobre todo encima de mi cama) y a primera hora de la mañana ponerle la arena con un plástico por encima y cuando todo apurado fuera a descargarse recoger la orina con una jeringuilla. Sencillo, casi fácil.
Tras toda esta parafernalia, Ojos Amarillos me da los resultados. No tiene diabetes, pero tiene varios niveles por las nubes y está empezando a tener problemas de riñón. ¿Es grave, doctor? No, lo hemos cogido a tiempo, pero tendrás que tomar precauciones. La primera es darle una pastilla diaria, la segunda es darle un pienso específico para temas renales, y además no está de más que le des malta todos los días, le compres una planta de gatos para que se purgue y le pongas un antiparasitario durante tres meses. Total: 200€. ¡Uink!
Calcetines no es muy remilgado para la comida (básicamente le vale cualquier cosa), pero, como conté el otro día, tiene un sexto sentido para saber cuándo le vas a engañar para que haga algo que no quiere. En este caso, tomarse la pastilla. Te la machaco y te la mezclo con el pienso. No quiero el pienso. Te la machaco y te la mezclo con una lata de esas que te gustan. Me como el paté que no tiene pastilla y el resto paso de ello. Te la machaco y te la mezclo con jamón york. Ahí sí. Yo no puedo tomar jamón york pero el señorito sí. Pues tampoco. Dice Ojos Amarillos que es malo, que mejor le dé comida húmeda (vamos, una asquerosidad de esas para gatos con olor y color nauseabundo).
Un mes dándole la pastillita diaria, pero aquí, nuestro amigo Calcetines tiene problemas estomacales y vomita por todos los lados (siendo su espacio favorito para depositar su regurgitación verde fosforito encima de la alfombra blanca, así que a Lamb le toca casi diariamente ponerse de rodillas y a frotar, con cepillo y jabón lagarto, como nuestras abuelas). En principio no es preocupante, me dice Ojos Amarilos, porque tiene acidez estomacal. Ahh, ¿y no le puedes dar un almax? Jajajaja, ¡qué graciosa! No.
Hasta que un día Calcetines vomita tres veces en diez minutos.
Ring, ring. ¿Sí, dígame? Ojos Amarillos, esto se está yendo de las manos. Este gato parece la niña del exorcista y yo estoy harta de tanto frotar. Vale, no te preocupes, tráemelo mañana a primera hora. Más de media hora corriendo alrededor del sofá hasta que pude meterle en el trasportín y llevarle a la clínica. Calcetines está deshidratado. ¿Cómo va a estar deshidratado si bebe más agua que un camello antes de ir en caravana por el Sahara? Algo falla. A ver, Calcetines, déjame que te toque. Tiene todo el intestino lleno de heces y eso puede hacer que no digiera bien. Gracias por la información, Ojos Amarillos, pero lo que me acabas de contar es muy desagradable y podías habérmelo ahorrado e ir directamente a la solución. Quisiera sacarle otra vez sangre. Claro, claro, cómo no, la pata es tuya. Y me gustaría quedármelo durante todo el día a ver cómo evoluciona.
Vuelvo a última hora de la tarde. Los análisis han salido mejor, lo que significa que la pastilla está funcionando. ¿Cuántas te quedan? Dos. Pues te voy a dar otra caja. Pero, a ver, ¿cuánto tiempo voy a tener que darle la pildorita esta? Para siempre. ¿Para siempre? Eso es mucho tiempo (o no, quizás al final tengo que ir al discurso bíblico de los testigos de Jehová para que me den un marco temporal). Esperemos que sí, que dure muchos años. Plof. Y tienes que darle malta todos los días. Ya se la doy. Pues dale el doble. Bueno, Calcetines, cuídate y nos vemos en agosto. Son 97€. ¡Hala!, ¿de qué me has visto la cara, de Amancio Ortega?
Así que aquí estoy, trabajando de enfermera felina, con 300€ menos en el bolsillo e intentando no pensar en que me he gastado esa exorbitante cantidad con los tiempos que corren. Y yo sin poderme coger vacaciones. Al menos me das cariño, ¿verdad que sí, Calcetines?
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