Y abril se acaba y es hora de hacer balance de lo leído.

2º - Entre limones del británico Chris Stewart, ex batería del grupo Génesis. Hace poco más de 2 décadas decidió dejar toda su vida en Inglaterra y comprar un cortijo semi derruido en las Alpujarras granadinas, donde se fue a vivir con su mujer, Ana. El libro habla sobre ese viaje, tanto interior como exterior, los choques culturales, los paisajes, los habitantes de la zona tanto autóctonos como foráneos, los avances en la reconstrucción del cortijo, la plantación del huerto, la ganadería... El libro es curioso pero de una condescendencia irritante. Stewart ama todo lo español, pero lo critica como un padre criticaría las idioteces que hace su hijo pequeño.

Lambsister se leyó también el libro y no le dio esa impresión, así que puede que sean imaginaciones mías. Si alguien lo ha leído, me gustaría cotejar opiniones.
3º - Epiléptico. La ascensión del gran mal del dibujante francés David B. Es una de estas novelas gráficas que yo suelo leer y que, en este caso, me prestaron (últimamente me prestan tantos libros que ya no tengo que ir a la biblioteca). Tiene cerca de 400 páginas y se puede decir que no es un libro bonito. Es interesante, me hizo pensar, me dio yuyu en algún momento y me gustó en otros, pero bonito no es.

Esta obra se considera una de las más importantes de los años 90 (fue escrita y dibujada entre 1996 y 2003). Quizás porque utiliza mucha simbología en sus dibujos o porque estos son una parte más del relato (cuenta tanto o más el dibujo que el texto). Sea como sea no creo que deje a nadie indiferente.
Como curiosidad decir que este autor fue la mayor influencia de la iraní Marjane Satrapi, conocida mundialmente por "Persépolis".
4º - Novecientos de Alessandro Barico, autor italiano creador de la bonita historia de Seda. Una de las cosas que más me gustan de este escritor es que sus libros son breves. Pocas historias necesitan más de 500 páginas para ser contadas, así que, por favor, escritores y escritoras, no os empeñéis en gastar papel y tiempo en hacer obras eternas que dicen mucho y cuentan poco.

La vida de Novecento está marcada por dos elementos. El primero es que se convierte en un pianista extraordinario (tanto que la gente hace el recorrido en barco sólo para escucharle). El segundo es que, primero porque no tiene papeles y después por costumbre, Novecientos tiene casi 30 años y nunca ha bajado del barco. El resto hay que leerlo.
Y, para los menos lectores o más cinéfilos o ambos, informaros que Giuseppe Tornatore (el director de Cinema Paradiso) llevó al cine la historia con Tim Roth como Novecento (no le pega nada, por cierto). No he visto la película, pero por el trailer me da la sensación de que no le hace justicia al libro. Leed, ved y determinad.
5º - Sabor a chocolate, del músico malagueño José Carlos Carmona, es uno de estos libros de los que nunca había oído hablar, de los que no esperaba nada y de los que me dejaron muy buen sabor de boca (como su título indica). En su momento no me di cuenta (conscientemente), pero ahora que reflexiono para poder escribir esto, me doy cuenta de que está contado como si fuera una canción. Incrementando y desacelerando el ritmo según el momento y con transiciones y pausas cuando la historia así lo solicita.

De este libro, y eso no me pasa muy a menudo, me gustó tanto lo que cuenta como cómo lo cuenta. Lo recomiendo.
6º - Últimamente estoy muy perezosa para leer libros en inglés, pero éste, como me lo prestó Farfalla y como lo tenía a la vista desde hacía tiempo decidí abordarlo. Minding Frankie [Cuidando a Frankie] de la irlandesa Maeve Binchy es la historia de un barrio de Dublín o más bien de sus habitantes. Y cómo todos se movilizan para cuidar a Frankie. Pero, ¿quién es Frankie? Antes de conocer a Frankie hay que conocer a Noel. Noel es un joven de veintitantos, alcohólico, eremita, sin ninguna esperanza ni planificación vital y que aún vive con sus padres. En la vida de Noel se dan dos acontecimientos que le dan la vuelta a su vida. El primero es que llega una prima de EE. UU. a quedarse una temporada en casa. El segundo es que recibe una llamada de teléfono de una chica con la que tuvo una noche de sexo y alcohol y que le informa de que tiene un cáncer terminal, de que está a punto de dar a luz y de que la hija que espera (Frankie) es de él.

Es una novela fácil de leer, con una visión muy optimista del ser humano y con momentos muy tiernos (yo acabé llorando como una muffin, no os digo más). Una buena elección para no dejar de lado mi inglés.