¿Qué tengo ahí? ¿Dónde? Ahí, en el ojo. Nada, yo no veo nada. Que sí hombre, que sí, que siento un temblor. Pues yo no veo nada. ¡Pero cómo no vas a ver nada, si esto se mueve más que la Placa de Nazca!¿Qué es eso?¿Qué es qué? La Placa de Nazca. La placa tectónica que hay a la altura de Chile. ¿La que provoca los terremotos? Sí, esa. Jaja, tiene gracia. Ya, ya, bueno, ¿lo ves o no lo ves? ¿Que si veo qué? ¿No ves cómo se me mueve el párpado, que parece que tiene el baile de San Vito? Bueno, ahora que lo dices... Cómo que ahora que lo digo, si se mueve un montón. Sí, sí, ya lo veo ya. No ves nada. ¡Qué sí, que sí lo veo! Sólo lo dices para contentarme. ¡Qué no, hombre, qué no! No te creo. De todas formas deberías relajarte, que eso de los tics viene porque estás nerviosa. Pero, ¿cómo no voy a estar nerviosa si tengo un martillo percutor en el ojo? ¡Halaaaa, qué exagerada! Me molesta. Ya lo sé. Me molesta mucho. Piensa en otra cosa y ya verás cómo se te pasa. ¿En qué puedo pensar? Pues, por ejemplo, en cómo vas a escribir este disparate en tu blog. ¿Puedo escribir esta chorrada? ¡Claro! Puedes hacer lo que quieras. Es tu blog.
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