Con gran orgullo y satisfacción puedo decir que ya soy Diplomada en Trabajo Social por la UNED. Hoy me han dado las dos notas que me faltaban y la verdad es que si me dan un año más lo saco hasta con nota, fijaos lo que os digo. Han sido toda una sorpresa las calificaciones que he obtenido, para qué negarlo.
Largo camino he recorrido hasta llegar aquí. Comencé en octubre de 2005, cuando me di cuenta de que necesitaba aportar algo más a la sociedad que lo que hacía hasta entonces. Poco después pedía la beca para ir a Chile, me la dieron, estuve allí dos años, dejé los estudios aparcados (ahora bien, optimismo no me faltó, pues me matriculé en varias asignaturas y me llevé todos los libros a Santiago, pagando el consiguiente exceso de peso tanto a la ida como a la vuelta, para no hacer nada). Volví a España, retomé la carrera, encontré trabajo, me apunté a un máster, dejé el trabajo pero seguí con el máster y la carrera. Acabé el máster, encontré otra vez trabajo y me dieron otra beca, esta vez para ir a Ecuador, por un año. Seguí siendo optimista, porque volví a matricularme y a llevar los libros y pagar exceso de equipaje para volver a no hacer nada. Retorné a España en 2011 y ahí me lo tomé en serio. Hasta hoy, que he terminado. Y no me lo creo. Y miro y remiro las notas, a ver si no me he equivocado. Y miro y remiro el expediente, a ver si no me he olvidado de ninguna asignatura. No, todo correcto. Así que ¡¡¡¡HE TERMINADO!!!!
Ocho años de periplo. Ocho años donde no siempre estuve estudiando, pero siempre tuve los estudios en mente. Comencé con 27 años, he terminado con 35 y en medio de una crisis económica y social que hace que la presencia del trabajador social sea más necesaria que nunca, pero menos solicitada que nunca. Así que ¿ahora qué?
Estuve leyendo los foros de la UNED y muchos de los que habían terminado (tardando más o menos lo mismo que yo) manifestaban la misma sensación. Por un lado, alivio por haber finalizado, por no estar pendiente de libros, estudio, exámenes, trabajos, por dejar ya de pagar (excepto las tasas del título). Y, por otro, un vacío interior por haberse acabado algo que llevaba tanto tiempo dentro de uno, por no saber qué pasará a continuación. Porque, ¿quién me va a contratar con 35 años de trabajadora social si acabo de terminar la carrera?
Pero no es momento de angustiarse. Es momento de estar alegre y satisfecha y orgullosa de no haber abandonado por el camino, y de haber podido compaginar el estudio con el trabajo, con otros estudios, con mi vida. Orgullosa de la constancia que he tenido y que intento extrapolar a este blog. Orgullosa de demostrarme que soy capaz de conseguir lo que quiero. Y ahora a mirar hacia delante. A marcarme otra meta, otro objetivo, a luchar por algo más. Porque, ¿qué es la vida sin nada por lo que luchar?
Es el momento de paladear esas tres palabras que me suenan tan propias y ajenas a la vez. Hasta que me las crea. Soy Trabajadora Social.
¡Hola!
ResponderEliminarAcabo de encontrar tu blog mientras googleaba cosas como "soy trabajadora social". He leído esta entrada y me gustaría preguntarte qué becas son las que te concedieron para Chile y Ecuador. Muchas gracias :D
Hola trabajadora social. A Chile me fui con una Beca MAEC (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación). Concretamente una de gestión cultural [https://www.aecid.gob.es/galerias/descargas/convocatorias/becas-espanoles/becas-espanoles-2013-2014/Espanoles-2013-2014_Conv_Boe.pdf]. Cuando volví de allí cursé el Master Iberoamericano de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Universidad de Cantabria [http://www.ciberoamericana.com/formacion/master/micid] y después obtuve la beca del Gobierno de Cantabria de cooperación y me fui a Ecuador. [http://www.cantabria.es/en/web/atencion-a-la-ciudadania/detalle/-/journal_content/56_INSTANCE_DETALLE/16401/1510858] Ahora, con todos los recortes, no sé si hay tantas becas, pero lo que sí es cierto es que hay más de las que yo conocía.
ResponderEliminarMuchísima suerte!! :o)