Esta mañana estaba en el hipermercado, haciendo la compra, cuando empecé a pensar en besos. En lo importantes que son en nuestra sociedad, en las emociones que te provoca darlos y recibirlos, en los diferentes tipos según quién y dónde te los den, etc. Y me dije: Lamb, a lo mejor puedes escribir sobre eso. Dicho y hecho.
Caminando por la frutería comencé a pensar en el primer tipo de beso.
1.- El de saludo.
Vamos, los típicos besos en la mejilla que se dan o que se reciben cuando conoces a alguien o cuando te encuentras con un/a amigo/a. En España se dan dos, uno en cada mejilla. En Francia tres. En América Latina uno. En Rusia pueden llegar a darse hasta seis en la mejilla o uno en la boca (uno de los más famosos es el del presidente ruso Breznev y el primer ministro de Alemania Oriental Honecker) y así suma y sigue.
Pero centrémonos en España que es lo que más y mejor conozco. ¿Dos besos en la mejilla? Humm, sí, pero no. Normalmente es mejilla contra mejilla, no labios contra mejilla (cuando alguien te da uno de estos últimos queda muy raro y más si es húmedo), cuando no es aire contra aire, en plan niñas pijas de Beverly Hills. Y habitualmente es primero a la izquierda y luego a la derecha. Cuando alguien cambia el orden de los factores sí altera el producto, porque se dan situaciones embarazosas del tipo beso en los morros porque los dos fuimos al mismo lado, lo que según con quien puede ser muy placentero y deseado, pero la mayoría de las veces no.
Normalmente son besos inaudibles, salvo si te los da tu abuela, alguna tía de más de 75 años o tu madre cuando te hace mimos, que entonces son sonoros. Qué digo sonoros. Son rompetímpanos. Se ha sabido, incluso, de casos en los que este tipo de beso ha provocado tínnitus al receptor del beso.
Por la zona del pescado me vino a la mente el segundo tipo.
2.- El de protección.
Es el beso en la frente; el que te daban tus padres cuando estabas enfermo/a (si bien es verdad, muchas veces para comprobar si tenías o no fiebre). O el que te da tu pareja cuando te está intentando consolar. Son besos castos, sin sonido, en el centro de la frente y normalmente pausados, del estilo apoyo mis labios en tu frente durante unos segundos. Es un beso paternalista/maternalista.
Existen un par de variantes de significado a este beso. Está el de en medio de la frente, o en la cabeza, de pareja abrazada y uno de los miembros más alto que el otro, haciendo que sus labios queden a la altura de la frente del otro. Me da un arranque de ternura y ¡hala! ¡Muuuuuuac! Y está el beso, también de arranque de ternura, pero esta vez en la sien. En la sien porque la posición en la que se está (normalmente uno sentado dando la espalda al otro), no permite mucho juego más de buenas a primeras.
Por la sección de las conservas me acordé del tercero.
3.- El de la distancia.
También llamado beso al aire. Siempre es de despedida, si no no tiene sentido, y consiste en lanzar el beso a la persona que quieres que lo reciba, cuando está demasiado lejos como para poder dárselo físicamente. Aquí hay dos tipos. Uno que es el de beso en la mano y luego rotación de muñeca para ejecutar el saludo. Y otro, que me parece una cursilada supina y que a no ser que esté haciendo el idiota o borracha como una cuba yo no me presto a hacerlo jamás, que es el beso en la mano y el soplo para que llegue a la otra persona. La cursilería alcanza cotas preocupantes si la otra persona hace el amago de cogerlo con su mano. ¡Como escarpias se me ponen los pelos sólo de escribirlo!
Por el pasillo del desayuno reflexioné sobre el cuarto.
4.- El alternativo.
Este es un beso, con algunas variantes, que yo no sé si la gente lo usa o no, pero que yo sí lo hacía con mis sobrinos, sobre todo cuando eran más pequeños. Aquí entra el beso de mariposa, que es acercar los ojos a su mejilla y abrir y cerrar rápidamente los párpados para que tus pestañas le acaricien como alas de mariposa (descripción empalagosa pero resultado gracioso). También el beso de esquimal, de todos conocido que es el frotar una nariz contra otra en sentido horizontal. Se puede hacer en dos situaciones. En plan, hacer el tonto con niños o bien gesto cariñoso con la pareja que suele derivar en otro tipo de beso más profundo. El tercer tipo es el de la vaca mimosa. Y éste sólo se consiente hacer y recibir cuando la confianza es total. Es el lengüetazo en la mejilla, que puede ser gracioso o puede ser asqueroso (o incluso las dos cosas a la vez).
En la zona de parafarmacia pensé en el beso romántico, o de pareja (a veces sinónimo, a veces no), pero aquí las variables son tantas que mejor lo dejo para una segunda parte y así me explayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario