02 mayo 2012

La Reina de las Chuches

Nunca he hablado en el blog de La Reina de las Chuches. De hecho, hasta el otro día, ni tan siquiera la había mencionado. Y eso no puede ser, porque La Reina es una de las personas más importantes de mi vida y si alguien se merece un post es ella. 

La Reina y yo nos conocemos desde hace 20 años, aunque a ella no le gusta que lo vaya diciendo por ahí, porque dice que le hace sentirse vieja. Nos conocimos en clase, en el primer año del instituto. No recuerdo cómo llegamos a hablar la primera vez, porque como en una de esas películas estadounidenses de adolescentes, ella era una de las chicas guays que conocía, hablaba y, sobre todo, se reía con los más molones del instituto y yo era la chica nueva a la que nadie conocía, que hablaba y se comportaba como si tuviera 150 años y que se relacionaba con los raritos de clase. Pese a todo hicimos un pacto no expresado. Yo le ayudaba a aprobar matemáticas y ella me incluía en su grupo de amigas, evitándome una adolescencia de soledad friki. No sé si La Reina lo sabe, pero, a pesar de que ese año fui yo la que acabé suspendiendo las matemáticas, claramente yo salí ganando con el pacto.

La Reina de las Chuches es esa amiga a la que puedo llamar a las 4 de la mañana para contarle cualquier cosa. No sólo me coge el teléfono sino que además me escucha y participa en la conversación con buen talante. Es esa amiga a la que le he contado todo. Le he confesado todo. Hasta lo más vergonzoso de mi existencia, porque confío ciegamente en ella (a veces me dice que espera que algún día me haga famosa y yo bromeo y le digo que no sea perra que sé que lo único que quiere es vender todos mis secretos). La Reina y yo nos hemos aguantado y disfrutado durante esa locura hormonal llamada adolescencia, durante esa rebeldía independentista llamada juventud y ahora en esta fase de responsabilidad y apaciguamiento llamada madurez. Ergo, me conoce igual o mejor que yo misma y, además, tiene esa confianza, que da el haber pasado juntas por casi todo y haber sobrevivido, que le hace no cortarse ni un pelo a la hora de decirme cómo ve ella las cosas desde fuera. Duele, pero me ayuda a ser mejor persona.

Siempre he pensado que La Reina y yo no podíamos ser más distintas, tanto física como de gustos y de carácter. Lo del físico se mantendrá hasta que nos muramos, pero con la edad me he dado cuenta de que cada vez nos parecemos más en el resto. Además me hace reír, me hace pensar, me sube la autoestima, me escucha, confía en mí, me aconseja, me quiere y lo que es mejor, me lo dice y me lo demuestra. No puedo pedir más. Es cierto que hemos tenido momentos malos, de lejanía física y de lejanía emocional, pero siempre hemos acabado volviendo la una a la otra y siempre nos hemos perdonado nuestros excesos.

La Reina de las Chuches es mi ancla, mi hogar mental, y espero que yo le haya aportado a su vida, al menos, una décima parte de lo que ella me ha dado y me da. Y, sobre todo, espero que sigamos "aguantándonos" no 20 sino 40 o 60 años más, porque mi mundo es mucho más interesante con ella en él. 

2 comentarios:

  1. La reina de las chuches4 de mayo de 2012, 18:24:00 CEST

    Qué bonito Aliiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Aunque me siento sobrevalorada, me gusta mucho que me veas así, jejejeje!!!!!

    Y ya que no me corto ni un pelo a la hora de decirte las cosas, he de confesar que yo tampoco me acuerdo como empezamos a hablar, pero sí que recuerdo que yo no era guay, era de las del montón pero que se sentaba en la última fila con el resto de vagos como yo, además por aquella época hablaba hasta con las piedras y era tan simple que me reía hasta de mí misma (eso último no ha cambiado mucho a día de hoy). Mola que alguien como tú y que es muy importante en mi vida me vea así, pero vuelvo a decir que me siento sobrevalorada, jejeje!!!! Y cómo qué? Tú eras la amiga de B.A, jejeje!!!! O eso pensamos todos...
    Aunque tú no lo veas de éste modo, la chica guay eras tú, ya que hablabas hasta con los pobritines con los que no hablaban ni los profesores, jejeje!!! Mi amiga, la abogada de los pobres... Eso tampoco ha cambiado mucho...

    No es por ser pedorrilla, pero yo suspendí mates en 1º y por hacernos amigas tú la suspendiste en 2º... Por último, he de corregirte algo más, no sólo aprobamos al final las mates las dos, sino que ganamos tanto una como la otra haciéndonos amigas... Es más, creo que me acuerdo como me "enganchaste"... Sí!!! Fue invitándome a pasar la tarde a tu casa (que estaba más lejos de la mía que la mía de la tuya...) y haciéndome gelatina Royal de fresa, jejejeje!!!! Tenía que haber visto en esa época que las chuches iban a poder conmigo...

    Por lo demás estoy de acuerdo contigo y yo siento lo mismo hacia tí. Yo también espero que seamos amigas por lo menos 60 años más (si el alzheimer deja que nos acordemos la una de la otra...)

    Apunto algo que tú siempre has tenido y que junto a mi chico me habeis "pegado", que son las ganas de aprender y superarme cada día más... Entre otras muchas cosas que si me pongo a escribir, mi comentario se hace más largo que tus alagos...

    Por cierto, sigo pensando que algún día serás famosa y no sólo entre nosotros por lo que nos aportas, pero no te preocupes que tus secretos están a salvo conmigo, vale mucho más tu amistad que unos cuantos euros... A no ser que me quede justa para mandar a los niños a la Universidad, que en ese caso no te prometo nada... Jejejeje!!!

    Un besazo ENORME, yo también te quiero MUCHO!!!

    La reina de las chuches

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  2. No te preocupes Reina, que si te quedas justa para mandar a los niños a la Universidad siempre puedes pedirle ayuda económica a la Tía Lamb, sea o no famosa.

    Y siento llevarte, también, la contraria, pero yo suspendí matemáticas de 1º, 2º y 3º (vamos que no era lo mio), lo que pasa es que gracias a la tozudez de mi madre al final acababa aprobándolas y la sangre no llegó al río.

    No me acordaba de lo de la gelatina. Jajajaja. Ahora, desde luego, te haría un postre un poco más elaborado. :o)

    I love you, girl.

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