21 mayo 2012

Permesso... Avanti!

Como dijo Fernando Trueba cuando ganó el óscar por Belle Epoque, "Thank you, Billy Wilder". Soy una admiradora - disfrutadora de la obra de este director polaco que, a través del humor, la ironía y la parodia, era capaz de enfrentarse a los temas más escabrosos. 

Ayer decidí ver Avanti! o en su versión española ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (ejemplo a sumar a los de Sobre las extrañas traducciones de los títulos). Hacía alrededor de cinco años que no la veía. Exactamente el tiempo que ha pasado desde que se la presté a una chica a la que es más que probable que no vuelva a ver y con ella a mi maravilloso DVD con extras incluidos. Me había reído, no hace mucho, con El Apartamento, Primera Plana y Con faldas y a lo loco, pero andaba romanticona y quería ver ésta. 

Para los que no la conocen, decir que la película es de 1972 y está protagonizada por Jack Lemmon y Juliet Mills. La historia trata sobre Wendell Ambruster Jr, importante hombre de negocios e industrial de Baltimore, que viaja a la isla de Ischia a recoger el cadáver de su padre, el cual ha muerto en un accidente de tráfico mientras disfrutaba, durante 15 días, de las aguas termales del Gran Hotel Excelsior, tal y como venía haciendo en los últimos diez años. Cuando llega al hotel descubre que su padre no murió solo, sino con una mujer, la madre de Pamela Piggot, una mujer británica, con poco dinero, poca autoestima, pero muchas ganas de vivir y disfrutar de la vida. Durante dos días caóticos, Wendell Jr. descubrirá qué ocurrió entre su padre y la madre de la srta. Piggot, se enfrentará a la burocracia italiana y aprenderá a relajarse y a disfrutar de los pequeños placeres. 

Como no es la película más conocida de Wilder (de hecho es una de las grandes olvidadas de su cinematografía), sólo he podido encontrar el tráiler en inglés, pero creo que sirve para hacerse una idea del carácter de ambos y del ritmo de la película. 


No sé si es la experiencia de la edad o las veces que he visto esta película, pero en esta ocasión la he encarado olvidándome de la historia en si y centrando mi atención en otros aspectos que me dejan con un montón de preguntas. 

En la película se enfrentan tres nacionalidades (la estadounidense, la italiana y la inglesa), con sus estereotipos correspondientes. Los estadounidenses arrasadores, intentando imponer su forma de ver la vida allá donde van, con un desconocimiento de la geografía bastante evidente compensado por una prepotencia sin igual.

Para muestra dos fragmentos del guión, uno crítica de forma directa, de boca de Pamela Piggot comparando los malos modales de Wendell Jr. con los de un estadounidense cualquiera. El segundo parodiando a través de los comentarios de un estadounidense:

Pamela Piggot: Desde luego es usted descarado.
Wendell Ambruster Jr.: ¿Yo?
Pamela Piggot: ¿No está dando demasiado por sentado? ¿Qué le hizo pensar que este arreglo me interesaría en lo más mínimo?
Wendell Ambruster Jr.: ¿Ha dicho algo?
Pamela Piggot: No es que esperara sutileza por su parte. Después de todo, es norteamericano. Está acostumbrado a que las cosas sean a su manera. Ve algo que le gusta y lo coge.
Wendell Ambruster Jr.: ¿Qué ha dicho?
Pamela Piggot: Por ejemplo, el Puente de Londres. Lo desmontaron Uds. piedra a piedra y lo enviaron al Salvaje Oeste. O el Queen Mary, con toda su tradición parado en la costa de California reducido a restaurante flotante.
Wendell Ambruster Jr.: ¿De qué diablos habla?
Pamela Piggot: Tanta vanidad, tanta arrogancia. Actúan como si fueran dueños del mundo. Jugar al golf en la luna. Por favor.
Wendell Ambruster Jr.: Yo juego al golf en el club. Handicap 12.
Pamela Piggot: Y luego se preguntan por qué caen mal a la gente. Porque son como niños malcriados, no tienen modales, no tienen consideración.

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J.J. Boldgett: Chico, ¿estás seguro de que esto es Ischia?
Piloto helicóptero: Razonablemente seguro, señor.
J.J. Boldgett: Porque no quiero aterrizar en África. 
Piloto helicóptero: Eso sería más grande, señor. 
J.J. Boldgett: Quizás es una de esas islas griegas.
Piloto helicóptero: No, señor. Grecia está muy a la izquierda. 
J.J. Boldgett: No mientras yo esté con el Departamento de Estado. 

Los italianos con familias infinitas, perezosos, infieles, de sangre caliente que deriva en violencia, utilizando la picaresca y las malas artes para aprovecharse de las malas circunstancias de los demás. Otro fragmento:

Wendell Ambruster Jr.:  Espere. Quiero ver a mi padre.
Carlo Carlucci (director del hotel):  Me temo que el depósito está cerrado. Es hora de comer.
Wendell Ambruster Jr.:  Son las 2:30.
Carlo Carlucci: En Italia, la hora de comer es de 1:00 a 4:00.
Wendell Ambruster Jr.: ¿Tres horas para comer?
Carlo Carlucci: Sr. Ambruster. Aquí no vamos corriendo a comprar un sándwich de pollo y una Coca-Cola. Aquí nos tomamos nuestro tiempo.Cocinamos la pasta. Le echamos el queso parmesano. Bebemos vino. Hacemos el amor.
Wendell Ambruster Jr.:  ¿Qué hacen por las noches?
Carlo Carlucci: De noche vamos a casa, con nuestras esposas. 

Y los británicos que se muestran como personas entregadas, honestas y poco planificadoras (supongo que debe ser algo de anglofilia porque no le encuentro una explicación lógica aparente ante tal afinidad).

Pero también se habla sobre la condición de la mujer, a comienzos de los 70, que, la verdad, a veces parece no diferir mucho de la que vivimos hoy en día. La esposa que se descubre engañada, enfrenta a su marido y éste la trata como si fuera una loca que se inventa cosas porque se aburre y no tiene nada mejor que hacer en la vida. O la querida que acepta sumisamente su papel de dominada. Y para muestra este discurso que se gasta la Srta. Piggot, que no tiene desperdicio:

Si voy a tener una aventura con alguien, primero quisiera saberlo y no enterarme por el conserje. A una chica le gusta que le pregunten. Debe tener la oportunidad  de decir que no. Quiere que la convenzan. No es que sea feminista ni nada así. No me importa que me traten como a un objeto sexual, pero es como cualquier otro juego. Hay que seguir las reglas o si no, no es divertido.

Si me pongo en situación, en 1972, y hago un tremendo esfuerzo, puedo, incluso, entender este tipo de actitud y de pensamiento machista, aunque sea proveniente de una mujer trabajadora e independiente, pero me temo que este tipo de pensamiento sigue siendo bastante popular, en la actualidad, entre muchas mujeres. Pero no voy a ir por ese camino que me pierdo.

En fin, que me imagino la película estrenándose en España en 1973, en los últimos años del franquismo, con un montón de escenas cortadas (vamos, en todas en las que hay beso, en las que aparecen desnudos, en las que se habla sobre la infidelidad como algo placentero...) pero con un cierto regodeo por el abierto ataque contra el imperialismo estadounidense (hilarante la escena final con el ataúd a punto de ser cargado en el helicóptero). Creo que cada línea de guión y cada escena grabada tiene más de lo que muestra, a primera vista. Por lo que es una de esas películas que debes verla varias veces para ir descubriendo todos sus guiños, críticas y parodias. Totalmente recomendada. 

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