Que después de dos años sin dar señales de vida me lanzo otra vez a la pantalla y me pongo a desvariar un poco como si nada hubiera pasado. Y claro, así no, que es un lío, y no se entiende nada. Así que ahí va el breve cuento.
Lo que pasó es que mi periplo por Ecuador terminó y volví a España, en medio de un pesimismo generalizado. Recalé en mi bella Portus Victoriae y tras medio año de dudas existenciales, incertidumbres presentes, pasadas, y sobre todo, futuras, me vine a vivir a Pamplona, Iruña, la ciudad de los Sanfermines.
Bueno, que vivo pero que no vivo. Pero me voy a explicar mejor, que hoy ando un poco acelerada. Así, que me acuerde de memoria, he vivido en unas diez localidades diferentes de tres países, y por más que lo intentara (o a lo mejor era por falta de intento, que una nunca sabe), en algunos de esos municipios no sentía eso que los angloparlantes llaman "feeling". Esa comodidad de saberse en casa, de sentirse a gusto con el entorno.
Pamplona es uno de esos lugares. No digo que la ciudad no sea bonita, que lo es, ni que la gente no sea amable, que lo es también, aunque demasiado cerrados a la gente que no conocen, para mi gusto personal. Pero no acabo de sentir que sea mi lugar. Pamplona es verde (hay parques por todos los lados), segura, tranquila, manejable, pero también es un desastre en su estructura urbanística. Tenía tan poco sitio para crecer, que absorbió a los pueblos de alrededor. Así que no es raro que te encuentres que una calle es Pamplona en unos números y Villaba o Ansoain en otros. Y eso significa, que ya no estás en Pamplona, porque Villaba y Ansoain tienen ayuntamientos propios y normativas diferentes.
Ese no sentir que sea mi lugar, hace que tenga comportamientos que, hasta a mi, me cuesta entenderlos. A pesar de llevar ocho meses viviendo y trabajando aquí no me he empadronado. ¿Que necesito ir al médico (dentista, ginecólogo, médico generalista...)? Voy a Santander. ¿Que necesito cambiar mi aspecto (peluquería, depilación...)? Voy a Santander. ¿Que necesito comprar ropa, cosas para la casa, etc? Voy a Santander.
Que sí, que ya lo sé, que no solo es una estupidez, sino además un trasiego de carretera que no te quiero contar, y que si gasto de gasolina, contaminación, tiempo perdido... Pero no lo puedo evitar. No me hallo en Pamplona. Me siento de paso. Fuera de lugar. Lo más probable es, que de tanto intentarlo, acabe consiguiéndolo y me marche de aquí, pero por ahora, aquí estoy, en una ciudad que no me produce ni frío ni calor, y a la que ni el roce hace, por ahora, el cariño. Ya veremos en qué acaba todo.
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