17 octubre 2013

Honor y dolor a la japonesa

Segundo abordaje semanal a la literatura japonesa. Hacía tiempo que no leía un cómic, así que ahí va Operación muerte de Shigeru Mizuki.

Tengo un caos de pensamientos y de emociones en la cabeza tras leerlo, pero aún así voy a intentar hacer un esfuerzo y ponerle un poco de orden; a ver si saco, al menos, un par de reflexiones coherentes. 

Sobre el contenido del libro: 


Operación muerte o Gyokusai, eran los ataques suicidas que llevaban a cabo las tropas japonesas (en este caso en la II Guerra Mundial). La acción se desarrolla en la Isla de Nueva Bretaña, en el archipiélago de Papúa Nueva Guinea, en marzo de 1945. Un grupo de entre 300 y 400 soldados japoneses se encuentra recluido en medio de la selva, sin apenas comida para alimentarse, sin apenas agua potable, con la disentería, la malaria, los cocodrilos y los ataques enemigos acabando con sus vidas. Estaban prácticamente rodeados por los soldados aliados y la única forma de sobrevivir parecía ser la de retroceder a posiciones menos comprometidas. Pero de pronto a un oficial de alto rango se le ocurre que no, que eso de retroceder es una deshonra y que lo glorioso y heroico es realizar una operación muerte, o lo que es lo mismo un ataque suicida. Morir mueres, pero con honor, oye, que no es lo mismo.


Si todos estuvieran de acuerdo me parecería estúpido, pero podría entenderlo. El problema viene cuando el oficial que pensó en esa solución también pensó que sí, que hay que morir con honor, pero que él retrocedería para poder informar sobre el resultado y claro, eso ya no gustó tanto a los soldados (que eran considerados menos valiosos que los caballos -insectos les llamaban- y que eran humillados y maltratados a la mínima de cambio), que no deseaban morir, pero que fueron obligados a morir luchando o morir en un consejo de guerra (y eso sí que era deshonor).

Sobre el libro en sí:

El cómic está dibujado en blanco y negro, y aún así, o quizás por esa razón, se sigue sintiendo el horror y la muerte. Me he dado cuenta de que Shigeru realiza dos tipos de dibujos; uno para los paisajes, concienzudo, detallista, casi como si estuviera realizando una litografía. Otro para las personas vivas (porque las muertas pasan a ser parte del paisaje). Las personas son más cómic, con trazos más bastos y menos detalles. Me ha llamado la atención el esfuerzo que ha hecho Shigeru para que cada soldado tenga su propia cara, su propia personalidad, porque ni todos los japoneses son iguales, ni todos los soldados son iguales.

Otro detalle. Operación muerte está editado a la manera japonesa, a petición del autor, lo que significa que se lee de atrás hacia delante y de derecha a izquierda, lo que a mí, que leo los periódicos así, me gusta y mucho.

Sobre el autor:

Shigeru Mizuki es ahora un anciano de más de 90 años, pero con una vitalidad envidiable. Nació en 1922 y fue uno de esos soldados de la "Operación muerte" (afortunadamente uno de los que sobrevivió, aunque a duras penas, porque estuvo a punto de morir de malaria y una bomba le arrancó su brazo izquierdo). En el libro, que dibujó y escribió en 1991, escribe el prólogo donde cuenta lo que él vivió, las licencias que se tomó a la hora de contar la historia respecto a lo que de verdad pasó y por qué decidió plasmar sus vivencias y recuerdos. Os dejo un párrafo, que él lo cuenta mucho mejor que yo:

¿Por qué era necesario defender ese territorio hasta llegar a ese punto? Al oír ese comentario lo único que pude hacer fue soltar un suspiro de impotencia. ¿Era necesario llegar a ese punto?.. ¡Qué palabras tan frustrantes! Ya nadie puede escuchar la voz de los soldados muertos.
Cuando dibujo historias sobre la guerra me sobreviene una rabia indescriptible. No lo puedo evitar. Supongo que son los espíritus de los caídos en combate los que me provocan ese sentimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario