Os debo un mes de historias, fotos, comentarios y recuerdos. Y esto último es lo más difícil. Tengo que admitir que he tenido que coger un calendario e ir apuntando lo que he ido haciendo para que no se me quede nada en el tintero. Y siento mucho deciros que es posible que se quede.
Al hacer este ejercicio de rememoriación me he dado cuenta de que parece que mi vida gira en torno a los fines de semana y que apenas os he hablado de mi trabajo, así que empezaré contándoos qué hago aquí, que no os creáis que todo es pan y circo.
En estos momentos tengo dos grandes proyectos que me llevan casi todo el tiempo. El más próximo y absorbente es la organización de unas jornadas de propiedad intelectual y copyleft, que duran cinco días y en las que va a haber seis charlas/mesas redondas en las que participarán representantes del ministerio de cultura, de la SCD (lo que sería nuestra SGAE), defensores del software libre o activistas de movimientos hackers entre otros. Vendrán dos chicos de España que están vinculados con este tema y una artista argentina. Habrá también cuatro talleres entre los que está un Install Fest (un lugar en el que tu llevas tu ordenador y te instalan linux y te enseñan a usarlo) y un taller de creación de blogs y wikis. Estas son las actividades principales que iran acompañadas de la proyección de vídeos relacionados con el tema por un lado. También habrá una feria en la que estará Comercio Justo, revistas independientes, telecentros comunitarios (centros que facilitan el acceso a las nuevas tecnologías a los sectores más desfavorecidos de la sociedad) y una Burn Station (una persona con un ordenador lleno de contenidos sin derechos de autor listo para hacer todas las copias que la gente quiera). Y por último se exhibirá una muestra de fotografía llamada Fotoblogs cuyas obras se encontraban, hasta hace poco, colgadas en los blogs de los artistas.
El segundo gran proyecto es de la elaboración del catálogo de Artes Visuales del pasado año, que engloba las más de 30 exposiciones que se hicieron en o através del Centro Cultural.
A parte de esto me tengo que meter en lleno en unas jornadas sobre el uso de la bicicleta en Santiago (o, en mi opinión personal, cómo vivir la vida al límite de la forma más económicamente posible, porque conducir una bicicleta en Santiago es jugarse la vida) y apoyar a las distintas actividades que se hacen en el auditorio/teatro y de la Consejería de Cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario