Ese sábado, 19 de agosto, quedé con E., una titiritera que conocí en una inauguración. Me llevó a la comuna Lo Espejo, que es donde ella vive y que sin duda no tiene nada que ver con la de Providencia, que es donde yo trabajo y de clase alta. Lo Espejo es una comuna llena de puestos de verdura y fruta en la calle, más suciedad, muchos niños, filas y filas de calles llenas de casas más humildes donde la gente deja la puerta abierta. Comí en su casa y nos fuimos junto con su padre y su hija Pirque, una población que está a más de media hora de Santiago y que es la puerta de entrada del Cajón del Maipo (una zona en la falda de la Cordillera). Tenía que ir a una finca a realizar una actuación de títeres para celebrar el cumpleaños de una niña. Fue muy interesante ver, entre bambalinas, cómo manejaban los títeres y cómo se lo pasaban los críos, pero sigue sin gustarme los títeres.
Pues nada Ali, ahora que has actualizado el blog ya puedo dormir tranquila sabiendo que estás bien. Ánimo con esos dos super proyectos.
ResponderEliminarAlicia, continua escribiendo, alguno seguimos tu blog.
ResponderEliminarMe parece interesante lo que comentas.
Bueno, no es pa tanto lo de la niña... total, 1,10 con 170 años...
ResponderEliminarAmos, digo yo... ;)
Minikisses...