11 febrero 2010

La experiencia de viajar en Business

Hace apenas un par de semanas andaba yo pensando en los curiosos por qués de cosas que pasan en la vida y en mi vida. Uno de ellos era que por qué con todos los viajes que hago en avión nunca tuve la suerte de que me invitaran a business.

Parece que alguien me oyó (le doy las gracias, por cierto) porque ayer cuando facturé para venir a Quito me invitaron a hacer el viaje en business. Para los que no habéis tenido la misma suerte que yo os contaré cómo es el desconocido mundo de los ricos.

Para empezar, si en la zona turista caben nueve butacas por fila en business son seis. Si en turista tienes veinte centímetros hasta el asiento de delante en business tienes un metro. La diferencia de espacio y comodidad no es necesario que os la explique, ¿verdad?

Cada asiento tiene su propia pantalla donde tienes un montón de películas, juegos, series, música y documentales para elegir y con unos auriculares decentes. En turista una pequeña pantalla cada diez filas. Y el asiento se mueve en todas las direcciones posibles, levantas los pies, reclinas el asiento, te sale una pequeña giba a las altura de los riñones, se hace cama e incluso tiene vibrador.

A parte de eso te dan una almohada, una manta y un kit de tocador que no sé lo que tenía porque como no lo necesitaba no lo cogí. Te reciben con champagne, aperitivo, te ponen un menú más "in" pero que no deja de ser comida de avión por lo que es bastante asqueroso, te dejan repetir las veces que quieras, te dan bebidas casi sin pedirlas, toallita para que te limpies las manos antes de comer (como la de los restaurantes chinos), bombones después del postre. Vamos, mucho peloteo que se supone que para eso has pagado más (lo que por cierto yo no haría porque todo eso no merece tanta diferencia de precio entre business y turista). Lo mejor de todo es sin duda que tienes un baño por cada cinco personas en vez de los de turista que son uno por cada cincuenta.

En fin, que como experiencia no estuvo mal aunque yo le quitaría la sonrisa falsa de la tripulación y la cara de suficiencia de los viajeros de business. Y no, nada de ejecutivos guapos.

2 comentarios:

  1. Ali, yo viajé en Business a México y lo constato: es otro maravilloso mundo. Después de esa experiencia, piensas que nunca nada lo superará. A.G.

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  2. confirmado, es que lo hablaste conmigo la semana pasada, lo injusto de no haber tocado nunca un business, qué fuerte y qué buena experiencia!!! Ahora, lo mejor sería es que te tocara un business en Lan, ya que en turista ya hay pantallas para todo el mundo, las mismas que hay en business de Iberia... en fin, una maravilla...

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