31 marzo 2014

Lecturas de marzo

Tras el bajón febreril vuelvo con unos cuantos libros (lamentablemente no todos buenos ni recomendables) en este frío y lluvioso mes. 


1º - La sopa de Dios es la primera novela de Gregorio Casamayor. Son los escritos de Fede Cortés, un anciano sospechoso de múltiples asesinatos, que desde la enfermería de la cárcel rememora su ciclotímica vida. Como yo tengo predilección por las historias de los bajos fondos pues me ha gustado, pero tengo que admitir que no es una grandísima novela. El estilo de escritura es correcto y fácil de leer, pero como quiere simular los recuerdos de un hombre, la historia va de atrás adelante y de delante atrás. Y por el camino se va dejando información, como si le estuviera recordando la historia al lector, más que contándosela, lo que acaba liándote y dejándote partes no contadas. Una de las cosas que más me han gustado es que, en ocasiones, utiliza los adjetivos de tres en tres, seguidos, sin comas, como si no pudiera decidirse cuál usar y fuera por todos. No lo había visto nunca así.



2º - Dentro de la caterva de libros que me ha prestado Farfalla está ¡Muuu! de David Safier. Es el tercer libro de Safier que me leo. El primero fue Jesús me quiere, sorprendente por la cantidad de tonterías que se le ocurren juntas. El segundo Maldito karma, para mí el mejor con diferencia, con frases memorables y situaciones muy divertidas. Y ¡Muuu! como que no. Es una fábula sobre la felicidad contada por Lolle, una vaca de 3 años, que vive en una granja al norte de Alemania. Los personajes, aún siendo vacas y toros, son demasiado obvios y superficiales, el tonillo de libro de autoayuda con la moraleja final me ha producido sarpullido y, puede que sea la traducción, no digo que no, pero el gato italiano con frases del tipo quando arrivo a casa un capuccino delizioso me ha puesto de mal humor más de una vez por lo estereotípico. No recomendable.



3º - No recuerdo ahora por qué cogí Enterrado en vida del británico Arnold Bennett, pero me ha sorprendido muy gratamente y más porque fue escrita en 1908 (sigo asombrándome de lo poco que ha cambiado la sociedad, en ciertas cosas, en 100 años). La historia se centra en Priam Farll, el más reputado pintor de Inglaterra que es célebre por sus cuadros de policías y pingüinos, pero como es tan tímido nadie le conoce físicamente. Sobre todo porque ha pasado gran parte de su vida en el extranjero junto con su criado Henry Leek, un granuja que era su contacto con el mundo exterior. Cuando Leek muere, Farll no puede soportar salir a la luz y hace creer a todo el mundo que él es Leek y el muerto es el pintor. Obviamente a partir de aquí las cosas se complican. Me he reído de las situaciones, de las ironías, de las descripciones. Me he sorprendido de la crítica que se hace sobre el funcionamiento de justicia británica a través de lo que cobran sus titiriteros. De la crítica que se hace a los marchantes de arte que se embolsan cifras astronómicamente superiores a la de los artistas, sólo por vender la obra. Del puritanismo de la sociedad británica de comienzos del S. XX, de sus costumbres. De las características que imprime a los personajes femeninos a los que da más libertades y autonomía de la que creo que tenían. Me ha gustado y me ha dejado con ganas de leer más sobre este autor, que como decía José Luis Borges posee un estilo sereno, que pasa inadvertido como el cristal.



4º - La vida en las ventanas de Andrés Neuman. De él había leído El viajero del siglo, que aún teniendo muchísimo de El Castillo de Kafka (o quizás por eso), me había gustado mucho. La vida en las ventanas no tanto. Se nota que es anterior y está más verde (el autor y su forma de escribir). A pesar de la portada, las ventanas no son esos marcos físicos que se encuentran en las casas para tener un contacto directo con el exterior, sino que en este caso es "Windows", o sea, el sistema operativo y más concretamente el correo electrónico. Net es un joven que le escribe emails a su ex, la cual nunca contesta. En ellos le va contando su vida, la vida de la gente que le rodea, sus preocupaciones, etc... No me ha gustado que use el formato email para escribir unas parrafadas que cuesta creerse que nadie envíe por ese medio. Es como si quisiera hacer un libro epistolar pero aparentando ser moderno. No me ha convencido. 



5º - El año de la peste de Geraldine Brooks toma el título y el contenido de Diario de el año de la peste de Daniel Defoe, un relato ficticio de las experiencias de un hombre durante el año de 1665, en el que la ciudad de Londres sufrió el azote de la peste negra. En el libro de Brooks la trama ocurre en Eyam, un pequeño pueblo inglés, cuando la peste llega de Londres cebándose con todos sus habitantes. El libro está narrado en primera persona por Anna, una joven de 21 años que cuenta las vicisitudes del pueblo y sus paisanos desde el otoño de 1665, que se da el primer caso de peste, hasta el otoño de 1666 cuando todo acaba. Durante ese tiempo (y esto ocurrió realmente) los habitantes de Eyam se autoimpusieron una cuarentena para impedir su propagación al resto de poblaciones cercanas. El libro no está mal, pero lo que sí que me ha interesado son las descripciones de la vida de la época, de los trabajos artesanales, del desarrollo de la enfermedad... En resumen, lo costumbrista.



6º - La colaboradora de Empar Moliner. A veces veo libros destacados en la biblioteca y los cojo. A veces acierto y otras, como ésta, no. Así que no le voy a dedicar mucho tecleado. Si alguien ha leído el libro de Terenci Moix Chulas y famosas encontrará alguna similitud, porque está centrado en Barcelona, porque habla sobre gente famosa y porque habla sobre la falta de escrúpulos, los excesos de todo tipo, las vidas disolutas... En este caso es una carta de Magda Rovira, una negra (literariamente hablando) que cuenta con supuesta socarronería y con mucho tono de superioridad las triquiñuelas que se dan en el mundo editorial. Me ha parecido bastante deprimente.






7º -  Crímenes de Ferdinand von Schirach. El año pasado ya hablé largamente de otro libro suyo: Culpa y conté que me había gustado mucho cómo estaba escrito. Crímenes es el libro anterior, con el que este abogado alemán se lanzó al mundo literario contando, sin juzgar pero de forma cercana, la vida y circunstancias de personas a las que defendió en los tribunales. Encontré lo que buscaba, así que misión cumplida.



8º - Botchan de Natsume Soseki Este libro es para la juventud japonesa de las últimas cuatro generaciones como El guardián entre el centeno lo es para la juventud estadounidense. Soseki escribió este libro a comienzos del siglo XX. Venía de haber vivido una temporada en Londres, que aunque no le gustó sí que le influyó en la forma de ver el mundo. Defiende la individualidad de pensamiento y acción occidental, frente al comunitarismo nipón. No estoy demasiado de acuerdo con eso, pero le da un toque dicotómico al libro curioso.

Botchan es un joven tokiota bastante solitario y con unas ideas propias muy peculiares y arraigadas que viaja a una pequeña población costera a 700 km de la capital para trabajar como profesor de matemáticas en un instituto. El libro trata sobre lo duro que es para él la adaptación al lugar y a los habitantes. Sin rascar demasiado el costumbrismo de la novela encontramos frases e ideas tan lapidarias como estas: 


Si las disculpas de la gente no son sinceras, el perdón no puede ser duradero 
Si lo que se busca es eludir el castigo, pues bien, en ese caso lo mejor es no hacer la travesura, eso para empezar. Travesura y castigo van de la mano; es la posibilidad del castigo lo que hacer que la travesura sea emocionante 
Aquello me pareció un abuso: trabajaban menos horas, tenían sueldos más altos, y por si fuera poco no estaban obligados a hacer guardias nocturnas. ¡Se trataba de una clara injusticia! Ellos mismos establecían reglas arbitrarias que les beneficiaban, y después actuaban como si se tratara de leyes. ¡Qué caraduras!

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