07 enero 2007

Fiestas patrias

Tras un amplio paréntesis vuelvo a asomarme a mi diario, que de diario no tiene ni el nombre. Termino el periodo navideño volviendo a Chile, a Santiago, al calor infernal, a la rutina diaria y a mi segunda familia.


Me quedé en las fiestas patrias que se celebran el 18 y el 19 de septiembre. Son días de asados, de tragos, de reuniones con familia y amigos y de bailar cueca hasta la saciedad. Poniéndome en plan histórico os contaré que el 18 de septiembre no es el día de la independencia de Chile, como muchos creen (eso fue el 12 de febrero de 1818). Lo que se celebra es el 18 de septiembre de 1810. ¿Qué pasó en esa fecha para que se celebre? Pues algo mucho extraño para ser celebrado. Las colonias españolas empezaron a independizarse y Chile no fue menos. Primero fue la subida de impuestos para financiar a los borbones lo que crispó los ánimos por estas tierras, pero la gota que colmó el vaso fue la invasión napoleónica a España. A los chilenos no les gustó nada, así que crearon una junta para decidir que tipo de gobierno debía crearse en Chile para guardar la tierra hasta que volviera Fernando VII al poder. Esto ocurrió el 18 de septiembre y eso es lo que se celebra. Raro, que duda cabe. Lo del 19 de septiembre es otro cantar. con la creación de la junta se creo el primer Ejército Nacional de Chile con el objetivo de obtener la independencia e identidad de Chile. Como reconocimiento a su labor se creo el "Día de las glorias del Ejército" y se eligió el 19 de septiembre por ser el primer día (de 1810) en el que Chile se consideró un país libre. 



Tras esta perorata histórica os contaré la realidad. La realidad es que es el día en el que todo el mundo saca la bandera de Chile a la calle. En el que predominan los asados, las empanadas de pino (carne con cebolla, huevo y una aceituna), los choripán, la bebida a diestro y siniestro y los bailes.


En el centro no íbamos a ser menos así que adelantamos la celebración y el 15 de septiembre organizamos un asado para todos. Como podéis ver la comida tenía una pinta increíble. Y estaba de vicio. Tras la comida, en la que todos aportamos algo (yo tortilla de patata, como mandan los cánones) empezó la música y un par de compañeros se pusieron a bailar cueca. Es un baile tradicional que se baila enarbolando un pañuelo blanco y que representa el cortejo de un gallo a una polluela.













3 comentarios:

  1. Un poco atrasadilla si vas. La comida tiene muy buena pinta, si señor.Hay que divertirse.
    mam

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  2. Feliz año y feliz vuelta!! Por fin actualizando... espero más. Un beso desde Bogotá, D.C. (ahí al ladito...)

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  3. No me digas que desde enero no ha pasado nada... Vaya tela, Ali, jamía..

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