28 abril 2013

Amor a la japonesa


Si alguien me hubiera hablado hace una semana de "La devoción del sospechoso X" del japonés Keigo Higashino ni el título ni el autor me hubieran dicho nada y es que aquí, en España, se publicó sin pena ni gloria. Ahora bien, en Japón... en Japón es otra cosa. Ganó, en 2005, el Premio Naoki (lo que en España vendría siendo un Premio Planeta) y ha vendido allí más de dos millones de ejemplares, que parece que para los nipones es mucho.

La publicitan como novela negra y como thriller psicológico. Puede ser ambas cosas, por qué no. Pero al estilo japonés, eso sí. La acción transcurre en la actualidad, en Tokio y la reseña dice así: "Yasuko pensaba que por fin se había librado de su ex marido. Pero cuando éste aparece un día ante la puerta de su apartamento, la escena se complica y el ex marido es asesinado. Madre e hija lo han estrangulado. De pronto, Ishigami, el enigmático vecino de al lado, se ofrece a deshacerse del cadáver y buscarles la coartada perfecta. Yasuko, desesperada, acepta de inmediato, pero al hacerlo da un giro inolvidable a esta fascinante historia".

No es secreto si digo que me atrae mucho la cultura japonesa, y, por eso, me gusta leer libros como éste, en los que más que fijarme en la trama (que también), me atraen los razonamientos, las pautas culturales, lo que se considera normal, aceptable, lo suficientemente importante como para mencionarlo, y lo que no. Lo que se dice y cómo se dice y lo que se calla y por qué se calla. 

Me ha gustado el libro. Porque no me lo esperaba, por cómo está escrito, porque no considera al lector como un idiota al que hay que explicarle todo (salvo en un par de cuestiones que se han repetido demasiadas veces). Me han gustado los protagonistas. O los que al menos, para mí, lo son. Me ha sorprendido hacia dónde iban. Me ha sorprendido la trama. 

Ediciones B, que la publica en España, ha hecho este vídeo promocional bastante alejado de cómo he sentido yo la novela, todo hay que decir, pero bueno, igual a alguien le atrapa esa música discotequera y esa estética de ciudad cosmopolita que nunca duerme.

Como le pasa a casi todos los libros con éxito alguien decidió llevarlo a la gran pantalla y el encargado fue Niroshi Nishitani, que tuvo el buen tino de contar con Higashino para hacer el guión. Aunque está en japonés se puede coger el tino de la historia en este trailer.

26 abril 2013

El niño que dibujaba gatos

"El niño que dibujaba gatos", del grecoirlandés Lafcadio Hearn, es un libro de cuentos populares japoneses. 

Hablemos primero de Lafcadio. Nació en 1850, con 18 años emigró a EE.UU., se estableció en Nueva Orleans y se puso a escribir. Era medio ciego, enfermizo, melancólico e infeliz y eso no lo digo yo, que desde luego no lo conocí, sino la reseña que de él hacen en el libro. Un editor decidió mandarle a Japón a que redactara varios artículos acerca del país del sol naciente y Lafcadio se enamoró del lugar, se cambió el nombre al de Yakumo Koizumi, se casó con una japonesa, escribió, enseñó en la universidad y murió con apenas 54 años.

Uno de los libros que escribió fue éste, que es una recopilación de cuentos populares japoneses. Es curioso como de norte a sur y de este a oeste, todos los pueblos han inventado historias para explicar la existencia del sol, de la luna, del mar, de las estaciones... Pero más allá de eso, los cuentos me dicen que los nipones son un pueblo que valora la bondad, la valentía, la modestia y sencillez, que venera a sus ancianos, que se preocupa por el paso del tiempo, que tiene una obsesión con la belleza (particularmente de la mujer) y con la riqueza (particularmente del hombre), que endiosa a los fenómenos naturales y los personifica en animales, y, sobre todo, que es terriblemente machista. Y esto, ha hecho que me echara para atrás todos los cuentos, menos el de "El niño que dibujaba gatos", que me ha gustado mucho. 

Para muestra un botón:  "Hace mucho tiempo vivió, a una jornada de viaje de la ciudad de Kioto, un caballero acomodado, pero de maneras sencillas. Su mujer, que descanse en paz, había muerto hacía muchos años, y el buen hombre vivía en calma y tranquilidad con su único hijo. Se mantenían apartados del género femenino, sin querer saber nada de su zalamerías ni de sus molestas costumbres..."

Bajo la tierna e ingenua forma del cuento infantil se ocultan valores y costumbres no siempre sanas para el desarrollo del niño/a y para las relaciones respetuosas y equitativas entre géneros. Valores y costumbres que éstos/as van interiorizando y transmitiendo de generación en generación. Lo peor es que parece que esa apariencia inofensiva sirve de excusa para crucificar a toda persona que ve en los cuentos infantiles algo más profundo que una historia para dormir o para entretener. ¡Qué pena!

25 abril 2013

Bienvenido Mr. Blue

Stark es la primera novela que escribió Edward Bunker, aunque no se publicó hasta después de su muerte, en 2005. De esta novela hay tres cosas que me han llamado la atención y que quiero compartir. 

La primera es que está publicada por Sajalín Editores; una editorial de la que nunca había oído hablar pero que, tras revisar su catálogo, es una situación que va a cambiar. A partir de ahora nos vamos a hacer íntimas. 


La segunda es que está escrita por Edward Bunker (que no es otro que ese señor con puro y pinta de vividor sentado en ese coche setentero de la portada). Un tipo que llevó una vida más azarosa que cualquiera de los protagonistas de sus libros. Nació en Los Ángeles en 1933, a partir de los siete años salta de un hogar de acogida a otro y de un reformatorio a otro, hasta que a los 17 acaba en San Quintín, como el preso más joven. De allí estuvo entrando y saliendo por robo, narcotráfico, extorsión, falsificación... hasta 1975, año en el que queda definitivamente libre. Durante su periodo carcelario estudió leyes, leyó hasta la saciedad y empezó a escribir sus novelas. Muchas de ellas fueron llevadas al cine y algunas, incluso, contaron con su presencia. Como nota decir que Bunker fue el mítico Sr. Azul de Reservoir Dogs de Tarantino. Por el medio se cruza una mujer, Jennifer Steele, una joven abogada que le defendía y con la cual se casa tras salir de la cárcel. ¡Vamos, una vida de novela!


La tercera es la historia en sí. En la actualidad ni el tema ni el estilo llaman la atención, pero eso cambia cuando recordamos que fue escrita en los años 60 por un presidiario que no tenía apenas estudios. Ernie Stark vive en Oceanview, California. Le gusta vestir bien, las mujeres guapas y la buena vida, pero como ni es rico ni viene de familia pudiente, le toca meterse en asuntos turbios. Debido a su encanto y a su inteligencia se dedica a estafar con suerte diversa. La atmósfera angelina, la zambullida en los bajos fondos y la continua desmitificación del protagonista, me recuerda a las obras de Charles Bukowski. Claro que sin toda su escatología. 


15 abril 2013

Ibercaja o su campaña para hacer huir a posibles clientes

Hace varias lunas que no escribo, y algún día contaré las razones de mi ausencia, pero ya estoy otra vez aquí, aunque quizás no con tan buen humor como antaño. Ya veremos. 

Hoy quiero hablar sobre bancos, o más concretamente sobre cajas, o más concretamente sobre una caja en particular. Sobre Ibercaja [Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja]; nombre que de por sí es una falacia , porque ni sirve ya para ahorrar ni tiene ningún tipo de piedad, pero ese es otro tema. 

Quejarse hoy en día sobre las entidades bancarias no es nada novedoso, pues está claro que no van a ganar,  precisamente, el premio de popularidad, pero yo no voy a quejarme sobre el fraude de las preferentes, que no compré, ni sobre las condiciones engañosas y usureras de las hipotecas y el tema de los desahucios, pues ni en vacas gordas tuve yo dinero para poder pensar en comprarme una casa. Yo quiero hablar de algo que pasó hace un par de semanas y que me indignó y frustró a partes iguales. Y quiero hablar, porque también es un fraude, a pesar de que no te deja con una mano delante y otra detrás y de que no tiene la notoriedad, ni la publicidad que merece. Y sobre todo quiero hablar porque en la época de los recortes aún no nos han quitado el derecho a quejarnos. Todo se andará.

La cosa es que el martes 2 de abril me acerqué a una sucursal de Ibercaja a hacer un ingreso a un cliente. ¿Podría haber hecho una transferencia bancaria? Sí, desde luego, pero me dije: la oficina de Ibercaja está a tiro de piedra de mi trabajo, así que voy, ingreso el dinero y así me ahorro los 6€ de la transferencia desde mi banco. ¡Ja!

Esto es lo que sucedió. Llego a la ventanilla y me dicen que no puedo ingresar dinero porque al no ser cliente de Ibercaja sólo puedo hacer ingresos del 5 al 25 de cada mes y era día 2. Yo le digo que lo siento mucho, pero que he quedado con SU cliente en que le hacía el ingreso hoy, y que no creía que le fuera hacer mucha gracia que esperara 3 días más por una política suya (flaco favor que les hace Ibercaja a sus clientes, por cierto). De ahí que aparece el director de la oficina y me pregunta si ya he hecho alguna otra vez algún ingreso. Le digo que no, que es la primera vez y pienso "y la última". Parece que esa política (no escrita en ninguna parte, por cierto, lo cual no creo que sea muy legal) es muy flexible, porque me dice que vale, que por esa vez me hacen el ingreso, pero que no sirva de precedente. ¡Perfecto! hazme el ingreso y me marcho. Pues no, resulta que hay otra política, tampoco escrita, que dice que a partir del día 1 de abril hacer ingresos ¡¡¡¡¡tiene una comisión de 1€!!!!!

¿Cómo? ¿Que me cobran 1€ por ingresar dinero en la cuenta de un cliente suyo? Sí, verá es que claro, si usted fuera cliente nuestro no se le cobraría, pero al no serlo tenemos que aplicarle el coste. A ver, dos cositas, guapita de cara, primero eso de que ingresar dinero en una cuenta cuesta 1€, no sólo es la primera vez que lo oigo, sino que además no está publicitado ni publicado ni anunciado en ningún lugar de la oficina, por lo que puede que se lo acabe de inventar y segundo, si cree que para ahorrarme el euro me voy a hacer cliente de Ibercaja no puede estar más equivocada. ¿Cómo me voy a hacer cliente de una entidad que va a impedir que la gente me haga ingresos? Estaría loca. 

Como tenía que hacer el ingreso le dije, mire, cobre el euro y hágame el ingreso, que noto que me está subiendo la tensión. Cuál es mi sorpresa al ver que al darme el resguardo de ingreso el pago del euro no consta por ningún lado (¿es en serio?, ¿una caja trabajando con dinero negro?) así que le digo a la chica que lo refleje, que yo si no no puedo declararlo y me dice que como se acababa de empezar a aplicar esa política, el sistema no estaba todavía preparado para reflejarlo. 

No sé cuántos ingresos, por parte de no clientes, se hacen en las oficinas de Ibercaja mensualmente, pero tirando por abajo las cuentas me salen muy por arriba. Si eso no es usura y fraude (hacia el ciudadano y hacia la hacienda pública) apaga y vámonos. 

No tengo ni idea de quién le hace las campañas de captación de clientes y de relaciones públicas a Ibercaja, pero es un Caballo de Troya de libro. Que se lo haga mirar porque se le ha metido el enemigo en casa y le ha invitado a quedarse a dormir. Ahora que yo no vuelvo a tener tratos con Ibercaja en mi vida. ¡Ladrones!

14 abril 2013

Filosofía cotidiana de un padre sin pelos en la lengua


"Sh*it my Dad Says" es uno de estos libros que me presta sister Lamb y que realmente son divertidos. Justin tiene 29 años, lo ha dejado con su novia y se tiene que volver a casa de sus padres en San Diego. Su padre, de 73 años es un médico retirado que opina de todo y sin pelos en la lengua. Justin comienza a twittear [https://twitter.com/shitmydadsays] los comentarios de su padre y termina haciendo este libro donde no sólo los recoge sino que explica el contexto en el que se realizaron. En español se ha publicado bajo el título de "Las chorradas de mi padre".

Los comentarios y consejos del padre de Justin son a menudo sabios, divertidos las más de las veces, y sobre todo, irreverentes.

Algunas de las perlas que suelta el señor: 


"Do people your age know how to comb their hair? It looks like two squirrels crawled on their heads and started fucking"

¿La gente de tu edad sabe cómo peinarse? Parece que dos ardillas se hubieran arrastrado encima de sus cabezas y hubieran comenzado a follar


"What the fuck are you doing on the floor writhing around?... I'm not sure what break dancing is, but I sincerely hope it's not what you're doing¿Qué cojones haces retorciéndote en el suelo?... No estoy seguro de qué es el break dance, pero sinceramente espero que no sea lo que estás haciendo


"That woman was sexy... Out of your league? Son, let women figure out why they won't screw you. Don't do it for themEsa mujer era sexy... ¿Que estaba fuera de tu alcance? Hijo, deja que las mujeres determinen por sí mismas la razón por la que no van a follar contigo. No lo hagas tú por ellas.


Aprovechando el tirón, la cadena CBS  creó en 2010 una serie de tv que se BASA (muy importante remarcar eso) en los tweets de Justin Halpern. Por si queréis ver el trailer de la serie: https://www.youtube.com/watch?v=PuuMGMJk7Fs

06 abril 2013

La curiosa mente de Christopher Boone



"El curioso incidente del perro a medianoche", del británico Mark Haddon, está escrito en primera persona. Por Christopher Boone, un chaval de 15 años, 3 meses y 2 días que tiene autismo. Christopher lleva una vida rutinaria donde los días en los que ve 5 coches rojos seguidos son días súper buenos y en los que ve 4 coches amarillos seguidos son días negros. Porque su color favorito es el rojo y odia el amarillo. Y el marrón.

Christopher Boone es muy inteligente y es capaz de entender complejos problemas, pero sólo de matemáticas y física. Sólo los que son lógicos y tienen una norma para su resolución. Porque no entiende los chistes, ni los juegos de palabras, ni sabe cuándo una persona está triste o enfadada y su sueño favorito, el que le pone más contento, es aquél donde un virus ha matado a todos los seres humanos que entienden las emociones y él está solo, sin que nadie le toque, le pregunte o le moleste.

Un día, Wellington, el perro de su vecina, aparece asesinado por una horca (de jardín, no de cuerda) y Christopher decide imitar a Sherlock Holmes (su detective favorito) y descubrir quién ha sido el asesino. Y entonces su vida cambia.

 Me gustan los libros que me hacen ver la vida de forma distinta a la que yo la veo normalmente. Que me cuentan qué es el Problema de Monty Hall y su razonamiento. Que la palabra metáfora viene del griego llevar de un sitio a otro, por lo que la palabra metáfora es una metáfora en si misma. Que la constelación Orión es llamada así porque tiene forma de cazador, pero en realidad no hay líneas en el universo, por lo que lo mismo puede ser una cafetera italiana que un dinosaurio. Me gustan los libros donde no se dan las cosas por sentado. Ergo, me gusta este libro.

05 abril 2013

Dormir con las puertas abiertas

Sicilia, 1927 y aunque parezca el comienzo de una de las historias de Sophia Petrillo, es el contexto de "Puertas abiertas" del italiano Leonardo Sciascia (léase shasha). 

A través de los pensamientos y divagaciones de un juez de Palermo, seguimos el proceso judicial a un hombre acusado de cometer triple asesinato en la Italia fascista de Mussolini. Un proceso sin pies ni cabeza desde el principio. Una esposa asesinada que ni tan siquiera es mencionada en las noticias locales como fallecida y un compañero de trabajo y un jefe, los cuales, según afirman los periódicos han muerto por causas naturales, pero que en realidad fueron brutalmente asesinados. Un abogado defensor que no defiende y un fiscal que no ataca. Y todos con la mente puesta en la pena de muerte, porque en Italia "se duerme con las puertas abiertas". Todos menos este pequeño juez, que no entiende ni comparte el fascismo y que está absolutamente en contra de la pena capital.

Un gran libro donde con sencillez se abordan temas tan comprometidos como los regímenes totalitarios, la pena de muerte e incluso la carrera judicial y de abogacía. Me ha gustado mucho, aunque en ocasiones se perdiera por autores y obras desconocidas para mí y por lo tanto poco esclarecedoras.